Las prácticas agrícolas representan actualmente el 25% de las emisiones de gases que producen el efecto invernadero

En DIEZ SORIA tenemos muy claro la importancia del respeto a todas las especies naturales que nos rodean, por eso aprendemos día a día a convivir, no sólo por su supervivencia y la nuestra, sino también por todo lo que nos aportan en nuestro trabajo.

Mejorar el medio ambiente desde una empresa agrícola es fundamental para garantizar la sostenibilidad a largo plazo y proteger los recursos naturales. La agricultura  tiene una gran responsabilidad y oportunidad para implementar prácticas que minimicen el impacto ambiental y promuevan un uso responsable de los recursos.

• uso de abonos orgánicos para mejorar la salud del suelo y reducir la erosión
• Fomentar la agroforestería y la cobertura vegetal para proteger el suelo y mejorar la biodiversidad

• Adoptar sistemas de riego eficientes como el riego por goteo para reducir el consumo de agua y evitar su desperdicio
• uso de sondas de humedad para  medir y monitorizar el contenido de agua en el suelo de forma precisa y continua.

• Reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos mediante el manejo integrado de plagas (MIP) y la fertilización orgánica.
• Capacitar a los trabajadores sobre el uso seguro y adecuado de agroquímicos para minimizar la contaminación.

• Mantener y restaurar hábitats naturales dentro y alrededor de las tierras agrícolas para apoyar la flora y fauna local.
• Introducir cultivos diversos y variedades nativas para fortalecer la resiliencia del ecosistema agrícola.

• Incorporar fuentes de energía renovable como paneles solares para reducir la dependencia de combustibles fósiles.
• Mejorar la eficiencia energética de los equipos y procesos agrícolas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

• Implementar programas de reciclaje y compostaje para gestionar los residuos agrícolas y convertirlos en recursos útiles.
• Reducir el uso de plásticos y otros materiales no biodegradables en las operaciones agrícolas.

• Adoptar tecnologías agrícolas avanzadas como la agricultura de precisión para optimizar el uso de recursos y minimizar el impacto ambiental.
• Utilizar sistemas de monitoreo y análisis de datos para tomar decisiones informadas sobre prácticas sostenibles.